Los probióticos son microorganismos vivos que mejoran la salud intestinal. Los alimentos fermentados contienen algunas cepas de estos microorganismos, pero si no consumes alimentos como el yogur natural, el kéfir/ leche de búlgaros o vegetales fermentados, los suplementos probióticos pueden ser una buena opción para ti. (1)
Estos suplementos brindan numerosos beneficios porque contienen microorganismos vivos, como bacterias o levaduras, que apoyan las bacterias saludables en tu intestino, sin embargo, es posible que te preguntes si debes tomarlos en un momento determinado.
Algunos fabricantes de probióticos recomiendan tomar los suplemento con el estómago vacío, mientras que otros recomiendan tomarlo con alimentos, y aunque es difícil medir la viabilidad de las bacterias en humanos, algunas investigaciones sugieren que algunos microorganismos sobreviven en igual número con o sin comida. Por otro lado, Lactobacillus y Bifidobacterium, los cuales son de los probióticos más conocidos, sobreviven mejor cuando se toman hasta 30 minutos antes de una comida. (3)
Otro dato interesante, es que la combinación de probióticos con algunos alimentos puede llegar a optimizar sus efectos, por ejemplo, en un estudio, las tasas de supervivencia de los microorganismos en los probióticos mejoraron cuando el suplemento se tomó junto con avena o leche baja en grasa, en comparación con cuando se tomó solo con agua o jugo de manzana, sugiriendo que una pequeña cantidad de grasa puede mejorar la supervivencia bacteriana en el tracto digestivo al igual que con un poco de carbohidratos, ya que dependen de la glucosa cuando se encuentran en un ambiente ácido. (2)
Sin embargo, la constancia es probablemente más importante que si tomas tu probiótico con o sin alimentos.
¿Qué suplemento es mejor?
Independientemente de la cepa de probióticos que te recete tu médico, para que un probiótico funcione, sus microorganismos vivos deben llegar al intestino grueso y colonizarlo. Busca un suplemento que garantice al menos mil millones de cultivos vivos en la etiqueta y consúltalo siempre con un experto.
1. Marco, M. L., Heeney, D., Binda, S., Cifelli, C. J., Cotter, P. D., Foligné, B., Gänzle, M., Kort, R., Pasin, G., Pihlanto, A., Smid, E. J., & Hutkins, R. (2017). Health benefits of fermented foods: microbiota and beyond. Current opinion in biotechnology, 44, 94–102. https://doi.org/10.1016/j.copbio.2016.11.010
2. Tompkins, T. A., Mainville, I., & Arcand, Y. (2011). The impact of meals on a probiotic during transit through a model of the human upper gastrointestinal tract. Beneficial microbes, 2(4), 295–303. https://doi.org/10.3920/BM2011.0022
3. Toscano, M., De Grandi, R., Stronati, L., De Vecchi, E., & Drago, L. (2017). Effect of Lactobacillus rhamnosus HN001 and Bifidobacterium longum BB536 on the healthy gut microbiota composition at phyla and species level: A preliminary study. World journal of gastroenterology, 23(15), 2696–2704. https://doi.org/10.3748/wjg.v23.i15.2696
Dra Julia Salinas Dücker
Médico especialista en nutrición.